La proliferación de productos y servicios sostenibles conlleva la ventaja de crear un mundo mejor para todos, no sólo más sostenible sino más ético. En un entorno que tiende a la sostenibilidad los gobiernos han de ser responsables y los ciudadanos son más conscientes y se hacen preguntas importantes en su rol como consumidores.
Considerar cualquiera de estas cuestiones por separado nos llevará a un callejón sin salida tarde o temprano. Por contra, cuidar del medio ambiente, sus recursos, sin renunciar al avance social y económico es sinónimo de sostenibilidad y evita un desastroso desenlace.
DESVENTAJAS
Actualmente, por desgracia, los patrones mundiales de producción y de consumo van en sentido opuesto al que exige una política de sostenibilidad. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y también hay numerosos elementos negativos en políticas sostenibles.
Aunque el desarrollo sostenible puede ayudar a acabar con la pobreza en el mundo y ajustar las desigualdades sociales, atendiendo a las necesidades humanas de un modo más justo y reorientando la tecnología para respetar el planeta y garantizar su viabilidad a largo plazo, también existen consecuencias negativas.
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